“Hemos robado el territorio del lince ibérico”
Aquel trabajo fue el primero que realicé con el lince ibérico (antes había trabajo con otros carnívoros). Fue todo un reto para mí por ser mi primer trabajo con esta especie emblemática de la fauna ibérica.
¿Cómo realizabas ese censo?
Por ser una especie en grave peligro de extinción y sin citas recientes de linces en la Comunidad de Madrid tuve que realizar un trabajo muy científico y muy meticuloso. Cada mañana me levantaba, cargaba los bártulos al coche y me dirigía a mi zona de estudio, que había localizado la noche antes con el mapa. Entonces hacía recorridos por caminos, pistas o cortafuegos buscando indicios de presencia de la especie (huellas, excrementos, marcas, etc.). Así se localizan a los animales con hábitos nocturnos y difíciles de ver.
Siempre que localizaba un indicio de presencia tenía que anotarlo en una ficha, rellenando muchos datos. Y cuando encontraba un excremento que yo pensaba que pudiera ser de lince tenía que aplicar un protocolo también muy estricto; me tenía que poner guantes y mascarilla, recoger una muestra del excremento con pinzas y meterlo en un bote con una disolución para su conservación. Todos estos restos de excrementos los enviaba al Parque Nacional de Doñana, donde se realizaban estudios científicos con el fin de determinar si eran de lince o no.
En una ocasión, cuando estaba en plena faena con los guantes y la mascarilla recogiendo un excremento pasó un paisano y me vio; claro, su asombro fue mayúsculo al ver en medio de un camino a un hombre con guantes y mascarilla recogiendo un excremento en un bote. Pensaba que yo estaba loco o me faltaba un tornillo. Tuve que contarle quién era y qué estaba haciendo.
El primer censo que yo realicé en la Comunidad de Madrid estaba enmarcado dentro de un Censo Nacional del Ministerio de Medio Ambiente, es decir, un censo que se realizó al mismo tiempo en todo el territorio de la especie. Cuando yo inicié el censo al lince se le consideraba ya prácticamente extinguido de nuestra comunidad. Se estimaba una población de unos 8 ó 10 ejemplares, datos procedentes de avistamientos o atropellos antiguos.
¿A qué piensas que se debió su desaparición?
La principal causa fue la pérdida de hábitat. Hay que pensar que en la Comunidad de Madrid en los últimos 20 años se han construido infinidad de carreteras, autovías, autopistas, además de los grandes desarrollos urbanísticos de los municipios con presencia de la especie. Hemos “robado” su territorio. Otra causa importante de su desaparición es la falta de comida. Un lince necesita de media un conejo al día para comer. Durante los últimos años han muerto muchos conejos en el monte por efecto de la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica vírica, dos enfermedades que han diezmado su población, dejando al lince sin comida.
¿Crees que las políticas que tenemos para la conservación de esta especie única en España son suficientes?
Es complicado que los políticos se den cuenta y sean conscientes de todo el esfuerzo que hay que hacer para conservar a una especie tan emblemática como el lince ibérico. Esta es una de las especies en las que más dinero se ha invertido desde Europa para su conservación, desde hace muchos años. En los últimos presupuestos generales, en materia de medio ambiente, se ha recortado casi un 50%: así es complicado conservar nuestra naturaleza y su riqueza.
¿Cómo crees que podría asegurarse su supervivencia?
En muchos estudios científicos se dice que para asegurar la supervivencia de una especie en grave peligro de extinción, como es el caso del lince ibérico, se pueden invertir millones de euros, hacer campañas de sensibilización de la población, estudios para su conservación, etc.: pero si nadie modifica las causas que han llevado a esta extinción, todos esos esfuerzos no servirán de nada. Lo primero es trabajar en evitar los problemas que han causado su extinción, lo demás vendrá después.
Ahora mismo la especie está muy controlada por los científicos. Se estima que en libertad vivirán unos 200 ejemplares. Es muy difícil saber el número exacto, ya que son animales de hábitos nocturnos, difíciles de observar en el campo, por eso todos los censos de carnívoros se basan en el estudio de indicios de presencia y no en contar ejemplares. Aún así, hoy en día gracias al uso de lo que se denominan “cámaras trampa” (cámaras de fotos digitales que se colocan por la noche para fotografiar fauna sin interferir en su vida cotidiana) hemos sabido que también hay linces en Castilla la Mancha, y se ha podido controlar e identificar a un gran número de ejemplares por marcas en la piel en Andalucía.
¿Hay posibilidades reales de que esta especie no llegue a desaparecer?
Todas las especies estamos destinadas a la extinción, y de esa extinción surgirá otra nueva especie adaptada al nuevo medio. Se está trabajando para evitar que desaparezca esta especie única, ya que sólo vive en la Península Ibérica. Para ello se han creado varios centros de cría en cautividad y ya se están reintroduciendo a la naturaleza los ejemplares que van naciendo, para aumentar la población salvaje.
Como bien indicabas antes, en julio de 2012 WWF Adena informaba de que había sido descubierto un nuevo ejemplar de lince ibérico en el sur de Castilla-La Mancha. ¿Crees que es posible que el lince ibérico pueda colonizar nuevos territorios en nuestra península?
Por supuesto que sí, es totalmente viable. Son sobre todo ejemplares jóvenes en dispersión y en busca de nuevos territorios. Cuando un territorio se satura por la presencia de muchos ejemplares no hay comida para todos y suelen ser los más jóvenes los que buscan nuevos territorios. También se ha concluido que ese es el momento en el que más ejemplares mueren, sobre todo por atropellos, al ser animales con poca experiencia. Hay una cita de un ejemplar de lobo en los Pirineos procedente de Italia; los animales nunca dejan de sorprendernos. Yo estoy seguro de que hay algunas zonas rurales de España históricamente con presencia de lince en las que queda algún ejemplar en lo más recóndito del bosque, o por lo menos quiero pensarlo.
Creo que no. Con la nueva ley de protección de la naturaleza se castiga más a los furtivos, pero las penas y multas económicas son muy bajas. Los legisladores tendrían que trabajar más y, en coordinación con los científicos, cambiar las leyes y hacerlas un poco más duras. Estamos hablando de un animal único en el mundo, que sólo vive en Iberia y del que quedan menos de 200 ejemplares.
Sabemos que compaginas tu pasión por la fauna y la flora con la fotografía, ya que se han publicado fotografías tuyas en algunas revistas de naturaleza. ¿Qué especie te gusta más para fotografiar?
Mi especie número uno es el lobo ibérico. Es mi animal “tótem”. Tengo muchas fotografías de ejemplares en semilibertad y estoy en trámites para poder realizar fotos en estado salvaje. Es complicado, pero poco a poco. También me apasiona fotografiar aves, sobre todo rapaces. Tengo un hide (escondite para fotografiar) y siempre que puedo me lo llevo al campo para ver y no ser visto, y así fotografiar la fauna.
En 2010 fuiste coautor junto con Ángel Iglesias del libro “Rastros y huellas de los carnívoros ibéricos”. ¿Qué podrá encontrar el lector que se acerque a él?
Hemos intentado realizar una publicación para todos los públicos, pero con rigor científico. El lector encontrará la recopilación de nuestros datos de estudio de rastros y huellas de más de 15 años de investigación, que por fin conseguimos plasmar en esta obra. Hay datos inéditos de nuestros carnívoros descubiertos por nosotros, muchas fotografías, esquemas, mapas de distribución… Hemos recopilado la información de los 16 carnívoros de la Península Ibérica. Una obra de gran calidad. Y, como decimos en el libro (y en muchos cursos que damos sobre rastros y huellas por España) hay que tener presente siempre que: “donde hay caca, hay culo”.
¿Cómo hacíais para seguir el rastro?
Una vez localizado el indicio tomábamos nota de todas sus características: lo medíamos, lo fotografiábamos, apuntábamos la vegetación que lo rodeaba, dónde se había localizado (pista, camino, piedra, pared, etc.), la temperatura... Todos estos datos nos guían y ayudan a identificar al autor del rastro. Es lo que nosotros hemos denominado y acuñado como “Integración de indicios”, es decir, recoger todas las pistas y procesarlas para determinar el autor.
El libro habla de rastros y huellas. De los diferentes animales a los que habéis rastreado, ¿hay alguno que te haya dejado una huella especial?
Ja, ja, ja. Sí hay uno al que siempre admiraré es el oso pardo. Es un animal muy difícil de ver en libertad, y también es muy difícil localizar sus rastros, ya que los osos no siguen pistas como un lobo o zorro; no hace cagarruteros como la gineta o el tejón. El oso se desplaza por donde le apetece y cuando le apetece. Estuvimos una semana colaborando en Asturias y en el norte de Castilla y León con guardas de la Fundación Oso Pardo siguiendo a varias hembras con crías. Fue una experiencia maravillosa, una gente impresionante.
Sabemos que actualmente tienes entre manos un nuevo proyecto editorial. ¿Nos puedes avanzar algo de él?
Claro que sí, es un libro sobre los carnívoros en Castilla y León, con la editorial Náyade, de Medina del Campo (Valladolid). Un proyecto muy interesante, que ha costado que saliera para delante, y en el que hemos puesto muchas ganas e invertido mucho tiempo. Para primeros del próximo año estará disponible en las tiendas.
Muchas gracias por atendernos, Ángel.
Hola.. Muy interesante la entrevista de Angel y nuestro más bello felino.. Qué pena que esté tan amenazado.. Nuestras próximas generaciones quizá lo vean en los libros como si de una leyenda se tratase.. En fin.. La vida.. Un cordial saludo y gracias..
ResponderEliminarHola Ana. Sólo nos queda confiar en un milagro (o casi) y pensar que esta bella especie única en el mundo aún puede salvarse. Ojalá que las generaciones venideras no tengan que conocer al lince sólo por fotografía. Gracias por comentar, un saludo!
EliminarPonemos aquí el comentario de Juan Miguel Casas Cambero, que ha llegado a nuestro mail pero no ha quedado escrito en el blog. ¡Cosas de la tecnología! Aprovechamos para agradecerle su comentario y recomendar la visita de su blog a todos los amantes de la naturaleza: http://ojolinceysra.blogspot.com.es/
ResponderEliminarNos ha resultado muy interesante esta entrevista que deja bien clara la necesidad de frenar las causas que han llevado al lince a encontrarse en peligro de extinción.
Otra cosa será conseguir los avances necesarios para frenarlo.
Un saludo desde Pucela de ojolince y sra.
Tenías razón, una entrevista muy didáctica. Admiro a toda la gente que es capaz de dedicar su tiempo a la observación de la vida, sobre todo, a los voluntarios.
ResponderEliminarTuve la fortuna de ver el lince en julio del año pasado en la Sierra de Andujar y me quedé absorto con semejante maravilla. Sin embargo, el gato montés (una madre con tres jóvenes) los vi desde el coche mientras cruzaban la carretera nevada en el Cañón del Río Mesa, fue inolvidable, que maravilla de felinos también.
Saludos y, hasta la próxima.
Hola Javier! Qué suerte que pudieras ver un lince! Y ver un gato montés desde el coche debe ser también emocionante (encima con gatitos). Muchas gracias por asomarte al blog y comentar. Nos alegramos de que te haya gustado la entrevista a Ángel. Un saludo!
EliminarHola, amigos de MUND.
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias por el comentario que me dejastéis hace tiempo en mi blog, y perdón por la tardanza en responder. Me alegra saber que os he descubierto una nueva ruta para realizar, seguro que la disfrutaréis.
Respecto a la entrevista, me ha parecido sumamente interesante. Es una pena que el lince ibérico haya ido desapareciendo tan rápidamente de nuestra península... Pero yo guardo la esperanza de que gracias a las medidas de cría en cautividad y cuidado de los ejemplares en libertad que se están llevando a cabo, algún día podamos ver un aumento en la población de este fabuloso felino y evitar su extinción.
Por otro lado, debo apuntar que las fotografías me parecen excelentes.
¡Un saludo!
Hola Pisadas Verdes! Nosotros también confiamos en que los esfuerzos que se están haciendo para que el lince no desaparezca den sus frutos. Es una especie maravillosa, que deberíamos sentirnos en la obligación de conservar. Nos alegramos de que te gustara la entrevista a Ángel. Un saludo!
EliminarQué pasada de animal, me parece impresionante, precioso. Ojalá todos los esfuerzos den los frutos deseados y podamos contar con que una especie tan nuestra siga disfrutando de su entorno.
ResponderEliminarInteresante entrevista.
Un saludo desde Mijas
Gracias Franfri! Si nosotros hemos podido contribuir aunque sea sólo un poquito en concienciar de la importancia de conservar esta especie, bienvenido sea. Un saludo!
EliminarConoces la plataforma "Yecla, tierra de linces" ??
ResponderEliminarConoces la plataforma "Yecla, tierra de linces" ??
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