Este 2013 decidimos empezar el blog con una preciosa postal
que nuestros montañeros y amigos Isabel
García y Roberto Rodrigo nos hacían llegar desde Naiper (Nueva Zelanda). Entonces dijimos cuando
Isa y Rober volvieran hablaríamos con ellos para que nos contaran sus
impresiones de ese magnífico viaje. Así lo hemos hecho, y es el momento de
compartirlo con vosotros en el blog. ¡Disfrutadlo!
¿Cómo surge la idea de este viaje? ¿Por
qué a Nueva Zelanda?
Isa: Siempre habíamos oído hablar de
Nueva Zelanda como un país increíble, fácil de recorrer, con unos paisajes
espectaculares, con un montón de fauna y una vegetación exuberante y donde se
podían practicar muchos deportes. También nos llamaban la atención sus
montañas, que aunque no son muy altas sí tienen una gran belleza y cierta
dificultad técnica. La única pega era que la temporada buena para viajar allí
es entre noviembre y enero, y en esa época yo habitualmente no dispongo de las
suficientes vacaciones como para poder viajar. Pero como este 2013 estoy
disfrutando de un "año sabático" en el trabajo y disponía de tiempo
suficiente para ir y Rober todavía tenía todas las vacaciones por disfrutar,
pensamos: “¿por qué no aprovechamos y nos vamos a Nueva Zelanda?” Entonces
empezamos a coger libros y guías del lugar y engancharnos con el proyecto y a
confeccionar nuestro viaje.
¿Cuánto tiempo estuvisteis allí?
Isa: Estuvimos 42 días. Rober consiguió acumular
unas horas, más todas las vacaciones, más los días de fiesta, y yo disponía de
todo el tiempo que quisiera. Salimos el 22 de noviembre y volvimos el 5 de
enero. Algún día más hubiera estado muy bien para terminar de ver el país de
una manera más holgada.
Suponemos que en un viaje tan largo es
difícil elegir, pero ¿con qué recuerdo
os quedáis cada uno? ¿Cuál es ese pequeño rincón de allí que os hubierais
traído con vosotros?
Rober: La
ascensión al volcán Sagrado Taranaki (2.531m). Me emocioné mucho al llegar a su
cumbre con mi piolet y mis crampones puestos. Fue la primera montaña seria que
hice después del accidente y quise dedicársela a mi gran amigo, ya
desaparecido, Jose Ramón Morandeira.
Gracias a él, hoy sigo haciendo montaña.
Y ese pequeño rincón sería el del último día cuando
madrugamos y estuvimos en una playa de Coromandel, la Otama Beach, ayudando a
un pequeño pingüino azul que estaba muy débil y le arropamos para darle calor.
Solos en esa playa interminable...
Isa: ¡Qué difícil es esta pregunta! Me pongo
a pensar y son tantos los recuerdos y lugares que vienen a mi cabeza... Uno de
ellos puede ser el día que fuimos a intentar ver delfines en kayak. Fue muy
emocionante, ¡tantas sensaciones a la vez! El miedo a no saber manejar el
kayak, la ansiedad de encontrar algún delfín, la emoción al ver un pingüino
azul y el primer delfín tan cerquita...
También me
quedaría con la ascensión al Aspiring, pero no sólo con el día de cumbre, sino
lo que supuso toda la aproximación, que en algún tramo a mí me pareció más dura
que la subida a la cumbre, así como la vuelta, que debido al mal tiempo y a la
poca visibilidad se hizo muy intensa y costosa.
El
rinconcito que me hubiera traído fue una chabolilla donde dormimos en una
granja en el campo y muy cerquita del mar, en Onuku, al lado de Akaroa, en la
península de Banks.
¿Cómo era la gente en Nueva Zelanda?
¿Os acogieron bien?
Los kiwis,
como se les llama a los habitantes de Nueva Zelanda, es gente muy amable,
siempre con la sonrisa en los labios y dispuesta a ayudarte. La penita es que
nuestro inglés es mínimo y no pudimos relacionarnos con la gente local todo lo
que hubiéramos querido. Eso sí, cada vez que necesitábamos información sobre
algo y acudíamos a los DOC y a las oficinas de información, la gente nos
trataba genial, proporcionándonos todo lo que necesitábamos e informándonos
pacientemente (dado nuestro escaso inglés).
No sabemos si es porque tratan muy bien al
turista o porque ellos son realmente así. Nosotros no tenemos ninguna queja,
más bien todo lo contrario, nos sentimos muy bien acogidos en el país.
En nuestra siguiente entrada terminamos con las aventuras de Isa y Rober por Nueva Zelanda. ¡No te lo pierdas!
Que maravilla de lugar, admiro a la gente que se lanza a la aventura y gracias a eso puede disfrutar de estos paisajes. Un viaje envidiable, yo soy muy miedosa e insegura, y me pierdo por eso muchísimas cosas. Os admiro mucho chicos!!!
ResponderEliminarMe alegro que hayáis disfrutado tanto.
Saludos
Hola Ana, les pasaremos a Isa y Rober tu mensaje. Y sí, Nueva Zelanda tiene que ser una maravilla de viaje... ¡Quién pudiera hacerlo! Un abrazo
EliminarNo me cabía duda de que Nueva Zelanda era hermosa, pero me han impreionado las fotos que nos manda Roberto e Isabel. ¡Es maravilloso! Da la casualidad de que tengo una amiga allí, en una isla situada al sur, y de vez en cuando me manda fotografías. Me asombro del poder de la naturaleza en ese país de cuento.
ResponderEliminarUn saludo
Pues ya sabes, Carmen: tienes que hacerle una visita a tu amiga, porque el país parece maravilloso. Además, según nos cuentan Isa y Rober, la gente es muy cálida y acogedora. El próximo lunes remataremos la crónica de este viaje. Un saludo!
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