Sí se puede

Hace unas semanas nos preguntábamos en este blog por el futuro del atletismo español, dados los recortes y la falta de ayudas que sufre actualmente nuestro deporte. Pero hoy no vamos a hablar de atletismo: hoy nos sentimos en la obligación de rendir un homenaje a las chicas de la selección nacional de waterpolo, que en los últimos dos años han crecido de manera espectacular, logrando poner en el mapa un deporte que, en su apartado femenino, era un completo desconocido en España.

Oro que bien podría ser platino

El pasado viernes la selección olímpica femenina de waterpolo consiguió el oro ante Australia en la final del campeonato mundial de natación, en Barcelona. Es el broche perfecto a dos años irrepetibles que comenzaban en el Preolímpico de Trieste, donde las chicas se clasificaron para unos juegos olímpicos, los de Londres, por primera vez en la historia. Ese debut del waterpolo femenino español en unos juegos trajo la medalla de plata. Casi dos millones de espectadores siguieron en España la final por televisión, unas cifras impensables para este deporte tan sólo unos meses atrás.

Llegar a lo más alto sin ayudas

Las chicas de la selección de waterpolo no reciben dietas en las concentraciones, y la mayoría no cobra por entrenar. El Club Natació Sabadell, el equipo más potente de waterpolo femenino en nuestro país (actual campeón de Europa), presentó recientemente un ERE para deportistas y entrenadores. Por si fuera poco, apenas hay patrocinadores, dadas las dificultades de insertar publicidad en el waterpolo. Sólo unas pocas integrantes de la selección cobran algunos cientos de euros mensuales, y todas tienen que compatibilizar el waterpolo con los estudios. Pero ellas, las guerreras, en dos años han sido subcampeonas olímpicas y campeonas del mundo, con su esfuerzo y su trabajo. “Si tienes talento y no trabajas, nunca serás nada. Es el trabajo lo que te va a hacer grande”, dice Roser Tarragó, integrante de la selcción. Ellas no son grandes, son enormes, y nos han demostrado a todos que, a pesar de las adversidades, sí se puede.

Fuentes Consultadas: El País
Imágenes: Rtve