Andorra es un lugar mundialmente conocido por sus pistas de esquí, pero detrás de eso hay
muchísimo más. Rodeado de una naturaleza
sin igual y con un paisaje que
deslumbra al visitante, en el blog de MUND proponemos que te dejes seducir
por todo lo que este pequeño país ofrece. Andorra
es el destino que sugerimos para una nueva
escapada: la anterior la realizamos siguiendo la Ruta del Cid.
Un paisaje de postal
Eso es lo que el viajero que decida
ir a Andorra encontrará en cada
rincón que visite: un paisaje que pide
detenerse a cada momento para sacar una foto. Con poco más de 468 km cuadrados, Andorra tiene 65 picos montañosos con más de 2.500 m.
de altura, lo cual lo convierte en un lugar
paradisíaco para los amantes del trekking,
BTT y las excursiones en entornos
naturales.
Entre todas sus montañas destaca el pico Comapedrosa, en Pirineos, el más alto de todo el país con
2.942 m. Allí mismo se sitúa el Parque
Natural de Comapedrosa, un espacio natural dotado una impresionante fauna y flora.
Alrededor de él se
ubican diferentes terminaciones montañosas con ríos, bosques y valles que hacen de la zona una visita imprescindible
para cualquier amante de la naturaleza.
Destacamos también el Parque natural del Valle de Sorteny o el Valle
del Madriu, este último declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Rico legado cultural
Además de su maravilloso entorno,
quien se acerque a Andorra podrá disfrutar de una magnífica comida (que mezcla elementos de la cocina española y
francesa) y un valioso patrimonio
cultural. La Casa de la Vall,
construida en 1580, es el Parlamento más pequeño de Europa y bien vale una visita;
lo mismo ocurre con las iglesias
románicas andorranas, como la de Sant Joan de Caselles, construida en el siglo XII.
Fotografías: Ferrán Llorens
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