El paso del running al trail-running, o de correr en llano a hacerlo por
montaña, puede ser un estímulo para
algunos corredores que quieran innovar y adentrarse en un nuevo deporte,
pero deberán tener en cuenta que ese paso supone un cambio sustancial. De hecho, aunque siga tratándose de correr, se
trata de un deporte diferente, que
requiere un entrenamiento diferente,
unas condiciones físicas diferentes y una mentalidad diferente para las
carreras. Veamos por qué.
Mentalizarse del cambio
En los últimos tiempos hemos vivido
una explosión del running: cada vez
corre más gente, cada vez hay más carreras y día a día crece el interés por
este deporte. Con las carreras por
montaña no ha habido un boom tan
grande, pero sí que se ha notado un incremento de corredores. Cuando entrevistábamos en este blog a Beatriz Real,
la atleta conquense patrocinada por MUND nos decía que
en los últimos años había notado mayor
participación en las carreras por montaña, y un nivel de preparación más alto entre los competidores. También es un
hecho que muchos corredores de llano
deciden probar a correr por montaña, en
muchos casos como un reto
deportivo o de superación. Lo primero que deberá tener en cuenta un
corredor de llano es que, a pesar de que el trabajo realizado en llano le
servirá como base, todo va a cambiar de
forma drástica. Debe mentalizarse de que correr por montaña no tiene nada que ver con hacerlo en llano,
y a pesar de contar con una ventaja respecto a las personas que nunca hayan
corrido tendrá que saber empieza en un nuevo mundo donde casi parte de cero.
Adaptarse a un nuevo terreno
“Lo primero que le diría a un corredor de llano que se
inicia en el trail es que se olvide de la velocidad y se concentre en realizar
al menos dos sesiones de carrera a la semana con algo de cuestas”, nos dice Beatriz Real. “Que
potencie la musculatura de piernas, cuádriceps y glúteos con gimnasio o con
ejercicios específicos”. Una buena forma de empezar a adaptarse al nuevo terreno para un corredor de llano puede ser alternar sus entrenamientos de carrera
con entrenamientos en terreno montañoso. Como dice Beatriz, un factor clave en el corredor de montaña es la fuerza y la musculación de sus piernas; para ejercitar estos
músculos son importantes los entrenamientos con cambios de ritmo en terreno abrupto natural, y la realización de
ejercicios de fuerza en gemelos y
glúteos mediante la subida de pequeñas cuestas.
“Creo que las series es buena
idea hacerlas en cuestas al menos un día en semana, pero poco a poco, sin
obsesionarse, porque la adaptación lleva su tiempo. Se perderá algo de velocidad
a cambio de ganar potencia. También es importante fortalecer el tren superior
para afrontar mejor las carreras con desniveles”, observa Beatriz. A medida
que el corredor va familiarizándose con su nuevo entorno deberá alargar e intensificar de forma paulatina los
entrenamientos. Sesiones de fartlek y ejercicios de salto
combinados con ejercicios abdominales y
lumbares en gimnasio ayudarán a que el cuerpo se acostumbre al tipo de
trabajo que exige el trail-running. También deberán trabajarse las bajadas en diferentes tramos montañosos
para que las piernas se acostumbren a correr
hacia abajo y para evitar posibles
lesiones. Por último, ejercicios en
escaleras y en mountain bike son también una buena preparación para el
corredor que va a correr en montaña.
Fotografías 03 y 04: Rosa Gema García Guerrero
Es tan importante hacer bien el deporte como lo que nos pongamos, así evitamos problemas de rozaduras innecesarias, un saludo
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