lunes, 11 de noviembre de 2013

Cerro Torre: una cumbre de película

El mítico Cerro Torre ahora es más leyenda. El pasado mes de septiembre, el Festival de Cine de San Sebastián estrenaba la cinta Cerro Torre: a snowball’s chance in Hell, del cineasta suizo Thomas Dirnhofer. Una de las montañas más famosas del planeta ahora tiene su propio documental.




Quizá la cima más difícil de escalar en todo el mundo

Cerro Torre es una montaña de 3.133 m. de altitud, situada en el borde oriental de la Patagonia (en su campo de hielo), entre Argentina y Chile. Los terribles vientos que azotan y esculpen su ladera hacen que su ascensión se convierta en un auténtico desafío para cualquier alpinista que intente escalarla. A causa de esos peligrosos vientos y de la pared vertical de 800 m. de granito que hay que subir para coronarla, se ha considerado a cerro Torre durante mucho tiempo como la cumbre más difícil de escalar. Esa cumbre se remata con un champiñón de hielo en lo más alto, producto de las pésimas condiciones climatológicas que suele haber siempre allí.





La película

Cierta polémica ha rodeado a la filmación de Cerro Torre: a snowball’s chance in Hell. Durante la grabación de la película (que se hizo en dos años) se instalaron varios anclajes para la sujeción de cámaras en la roca de Cerro Torre, algo que no gustó a cierto sector del alpinismo. El propio Thomas Dirnhofer ha reconocido después que no debieron instalarlos, aunque luego se retiraran. En una entrevista concedida a la Revista Desnivel, el director suizo afirma que “lo más duro de este proyecto fue el resultado de nuestra primera expedición, porque fuimos allí con nuestras mejores intenciones y terminamos enfrentándonos a la crítica masiva de toda la comunidad escaladora”. La película está protagonizada por el alpinista austriaco David Lama, que escaló la montaña en estilo libre después de tres expediciones. Mientras esperamos la película, podéis abrir boca con este vídeo donde el propio David Lama habla de su reto conseguido al escalar Cerro Torre.



Fuentes consultadas: Revista Desnivel
Fotografía primera de Cerro Torre: Davide Brighenti


8 comentarios:

  1. Qué fotos! tiene buena pinta la película aunque entiendo las quejas de los alpinistas

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    1. Hola Celina; pues sí, los alpinistas ya sabes que miman mucho las rocas, algo que por otra parte es natural. A nosotros también nos gustaría ver la peli... Gracias por comentar, un saludo!

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  2. Y así debe ser...
    Imaginad que, por un instante, comienzan a rodarse muchos otros documentales en los que, para ahorrar en otros medios -helicópteros, teleobjetivos de alta resolución, etc.- se dedican a anclar sistemas de empotramientos y tornillos por doquier; todo para unas tomas que, aunque fantásticas, lo único que consiguen finalmente es horadar la roca inadecuadamente. El fin, las tomas, no justifican esos medios; puede haber otros. Así las agrupaciones que escalan y otros montañeros tratan de poner coto a muchas otras cosas que siendo prescindibles buscan cierto lucro. Las rocas, algunas enormes, son mucho más frágiles de lo que nos podemos imaginar y si las horadamos a la mínima puede conllevar a que esos mismos artificios agrieten zonas que no lo harían las erosiones naturales. Los microorganismos, las úlceras que declinan en diaclasas de origen artificial son mucho más peligrosas que aquellas que el tiempo determina.
    Natura non facies saltus...
    De otra forma el peligro puede ser mucho mayor al desconocer su origen.
    Puede una mariposa, con su aleteo, producir...
    Escalar es un reto que se alcanza con el menor rastro sobre la roca, lo otro es opulencia final...[Aunque esté relacionado, en este caso, con la actividad.]
    Puede parecer exceso de celo; pero, tal vez, se opusieran aquellos que por intereses o no vieran que eso se pudo haber hecho de otras formas. Más de lo mismo. ¿Quién debe juzgar ambas actividades? Por algo se empieza para frenar algo que con el tiempo someta a mayor presión aciertas montañas y rocas. Ya conocemos cómo están los himalayas]
    Pues eso, hay que ser comedido e invertir en otras formas antes de llegar a esa menudencia que puede tener consecuencias poco imaginables, supongo.

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    1. Hola d:D´! Estoy de acuerdo contigo; creo que cuando la comunidad alpinista levanta su voz para denunciar algo no lo hace de forma gratuita. Ellos mejor que nadie conocen el hábitat en el que se mueven, la roca y las montañas, y entiendo perfectamente que quieran protegerlo a toda costa. Todo lo que comentas sirve para comprender cómo una roca, por gigante que sea, por enorme que parezca, puede llegar a deteriorarse con elementos externos que sean agresivos para ella. Quizá podría servir el ejemplo de un iceberg: algo que parece enorme y casi indestructible pero que si la temperatura del medio en el que se encuentra se calienta (como por desgracia está sucediendo) se viene abajo en cuestión de días. En fin! Nosotros esperamos al menos que la película sí que merezca la pena (la verdad es que tiene muy buena pinta). Muchas gracias por tu comentario y pásate por el blog siempre que quieras. Un saludo!

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  3. Madre mía llegar arriba tiene que ser como tocar el cielo.
    De acuerdo con lo que dice d:D debemos respetar la naturaleza y cuidarla.Nos gustará ver la película, pero hay que recomocer que hay mucho negocio en todo lo que se refiere a la montaña.
    Precioso el video
    Un abrazo.

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    1. Hola Laura! Es cierto lo que dices, aunque la peli tenga muy buena pinta, está claro que hay algunos aspectos que la rodean que enturbian un tanto el resultado final. De hecho el propio Dirnhofer ya reconoció su error con el tema de los anclajes, pero demasiado tarde, claro. Un abrazo y gracias por tu comentario!

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  4. Es una aguja de piedra coronada de hielo que parece imposible de escalar, casi una estalagmita bestial. No me extraña que la hazaña haya dado oportunidad de grabar una película en torno a los valientes escaladores. Otra cosa es que las cuestiones técnicas, véase las cámaras, hayan provocado una avalancha de críticas. Espero que los daños no sean irreversibles.
    Un saludo

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    1. Jo, cuando se observa la estalagmita da cosa pensar que algunos se atrevan a llegar hasta allí, ¿verdad? Los alpinistas son de otra pasta... Un saludo, Carmen!

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