martes, 27 de octubre de 2015

Correr, respirar, competir

Tomar aire y expulsarlo, tan sólo eso, absorber el aire y expulsarlo mientras se corre. Así de simple parece respirar en carrera, ¿verdad? Pues aunque en un principio pueda parece fácil, respirar y correr adecuadamente no es una cosa tan sencilla. Todos respiramos mientras corremos, pero ¿cuántos lo hacemos bien? ¿En qué consiste una buena respiración para un corredor que está compitiendo? ¿Se debe respirar de forma natural cuando estamos en carrera o debemos cambiar la manera de hacerlo? Estas preguntas, que aparentemente pueden resultar triviales, tienen más importancia de lo que parece, pues está demostrado que una buena o una mala respiración condiciona el rendimiento deportivo de forma notable. Veámoslo. 



Músculos y oxígeno

Seguramente la respiración sea uno de los factores más olvidados en muchos entrenamientos. Cuando tratamos de mejorar como corredores casi siempre nos centramos en mejorar nuestra zancada, nuestra velocidad o nuestra resistencia, pero, ¿prestamos atención a la respiración? Seguro que menos de lo que deberíamos, ya que está demostrado que respirar bien es clave para mantener un ritmo de carrera constante. Especialmente en las distancias largas, una buena técnica de respiración resulta determinante para poder rendir al máximo. Esto es debido a que en carrera los músculos están sometidos a un intenso esfuerzo, por lo que es muy importante que reciban bien el oxígeno. El óptimo funcionamiento de los músculos depende de ello, o lo que es lo mismo, de una buena técnica de respiración. 



Respirar adecuadamente

El ejercicio natural de respirar (tomar aire por la nariz y soltarlo por la boca) no es el mismo ejercicio que requiere la respiración de un corredor, pues en muchos casos inspirar por la nariz no resultará suficiente para absorber todo el aire que se necesita. Un corredor tiene que repartir más oxígeno entre sus músculos, por lo que se verá obligado a respirar por la boca en muchos momentos de la carrera. No olvidemos que cuanto más rápido vaya el corredor, más oxígeno necesitará, por lo que habrá un momento en el que le nariz no baste para poder absorber ese oxígeno. 




También es fundamental coordinar la toma y la salida del aire con las zancadas, establecer un ritmo constante y fluido de respiración. Cada corredor deberá encontrar cuál es su propio ritmo, y el control de esa cadencia respiratoria se irá consiguiendo con la experiencia. Si no se respira bien en carrera pueden originarse alteraciones en el diafragma, que se manifiestan en dolencias como el flato. En esos casos deberá reducirse la carrera y el esfuerzo para que la respiración normal se reconduzca. Por otro lado, actividades como el yoga, el pilates o la meditación ayudan a controlar y mejorar la técnica de respiración; combinar alguna de estas actividades con los entrenamientos habituales de carrera puede ser un gran complemento que ayudará a ser mejor corredor.


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martes, 20 de octubre de 2015

K2: la montaña salvaje

Quizá el K2 sea el ocho mil más bello y enigmático de todos los que existen, el más seductor y sugerente, pero también uno de los más crueles. Contemplando su perfil de garra afilada puede intuirse el halo de leyenda negra que rodea a esta cima de 8.611 metros de altura, la segunda más alta del planeta, y también la segunda más letal. Son muchos los montañeros que han confesado su atracción por esta montaña a pesar de su dificultad técnica y de las numerosas vidas que se han quedado en sus laderas, ¿a qué se debe esta fascinación? Vamos a intentar averiguarlo. Después de hacer cumbre en el Kangchenjunga hoy nuestra sección Los Techos del Mundo alcanza el K2 para acercarnos a esta bestia de roca y hielo.



El ocho mil más difícil

El majestuoso K2 se ubica en la cordillera de Karakórum (monte Everest), entre China y Pakistán. No es casualidad que se le conozca como la montaña salvaje, pues es la más complicada de ascender en todo el mundo y la segunda más mortífera de todas, sólo superada en siniestralidad por el Annapurna. Su cumbre se asemeja a una pirámide y una de sus principales características es la enorme pendiente que hay en cualquiera de sus caras. 

La parte final de la montaña se eleva muchísimos metros en muy poca distancia; no hay ninguna otra cima en el mundo que tenga semejante desnivel. Por si fuera poco, la montaña suele presentar casi siempre un clima muy adverso y su tramo final está formado por roca y hielo, por lo que éste debe realizarse escalando. Además, su descenso es quizá el más complicado y peligroso de todos los ocho miles. Éstas son las causas de su extrema dificultad y de que muchos alpinistas hayan dejado allí la vida. Si nos atenemos al dato de que más de 6.000 montañeros han escalado el Everest mientras que poco más de 300 han conseguido subir el K2 nos podemos hacer una idea de las dificultades que entraña ascender este ocho mil.



Primera ascensión y el año negro del K2

El K2 intentó escalarse por primera vez en 1902, pero no se alcanzó su cumbre. Tras este primer intento se realizaron nuevas escaladas en diferentes años, todas frustradas hasta que en julio de 1954 los escaladores italianos Lino Lacedelli y Achille Compagnoni consiguieron coronar la cima encabezando una expedición con los mejores alpinistas de Italia en aquellos momentos. Sólo ellos dos pisaron la cumbre. 



Durante décadas se pensó que los dos escaladores habían llegado a la cima sin utilizar oxígeno, pero después ha llegado a saberse que sí que utilizaron oxígeno en la parte final de la ascensión, a pesar de que no lo reconocieran. Además de la primera ascensión tenemos que recordar el año más negro del K2: 1986. Esta fecha marcaría la terrible dureza de la montaña, pues uno de cada tres escaladores que intentó coronarla ese año perdió la vida. En total fueron 13 alpinistas fallecidos de diferentes expediciones y nacionalidades por 27 que lo consiguieron, una cifra desmesuradamente alta y que sirvió para replantear el peligro que supone escalar este ocho mil.



Fotografía 01: Stefanos Nikologianis
Fotografías 02, 03 y 05: Maria Ly
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martes, 13 de octubre de 2015

La Hiruela, un encuentro con el otoño

Hemos cambiado de estación y para sentir todos los colores y las sensaciones del otoño os proponemos una visita a La Hiruela, un pequeño pueblo con poco más de cincuenta habitantes, un lugar que el viajero guarda siempre en el recuerdo. Casi en el límite de la Comunidad de Madrid, muy cerca de la provincia de Guadalajara, se sitúa esta localidad rústica y apacible que recompensa al visitante con un entorno natural único y una rica arquitectura popular. Nuestra anterior escapada había sido siguiendo el Camino Natural de la Senda del Oso; hoy nos vamos hasta La Hiruela para vivir el otoño con toda su intensidad.



Una joya en la Sierra del Rincón

Ubicada al noroeste de la provincia de Madrid, a 105 kilómetros de la capital y a tan sólo 10 km. de la provincia de Guadalajara, La Hiruela recibe al viajero con la sensación de que el tiempo se ha detenido. A diferencia de otras localidades de la Sierra de Madrid, La Hiruela permanece más alejada del turismo, como una pequeña joya oculta en la cuenca del río Jarama. 



Rodeada por montañas, laderas de bosques y prados, esta villa ocupa un lugar privilegiado en la Sierra del Rincón (declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO). Resulta imposible que cualquier aficionado a la naturaleza y el senderismo no disfrute con su visita, pues el terreno en el que se levanta este pueblo favorece el encuentro con su entorno natural y la posibilidad de practicar diferentes rutas y excursiones.



¿Qué hacer allí?

Cualquier época es buena para visitar La Hiruela, pero en otoño su entorno adquiere una gama de colores irrepetibles. Naranjas, amarillos, rojos y marrones comienzan a poblar sus montes con la llegada de esta estación, por eso nosotros recomendamos ahora su visita. 



Acercarse al mirador del pueblo y disfrutar con las maravillosas vistas otoñales de la sierra es un placer que no debe uno perderse. Muy cerca del mirador, en la zona alta del pueblo, puede visitarse el Museo Etnológico, un espacio que recrea el interior de una casa tradicional y muestra las herramientas que se usaban antiguamente para labrar la tierra. Pasear por el pueblo disfrutando de su arquitectura (sus casas permanecen casi intactas desde su construcción y conservan todo su encanto) y detenerse en la iglesia barroca de San Miguel Arcángel para hacer una visita puede ser un estupendo plan. 



Los aficionados a las excursiones por el monte pueden disfrutar de diferentes rutas en las inmediaciones del pueblo, todas ellas en un entorno sobrecogedor. Destacan cuatro rutas importantes: Las Eras y Pila de Riego (con abundante flora de la zona y unas espectaculares vistas), De Molino a Molino (dirección al Cardoso de la Sierra, con frutales característicos de la región), Los Oficios de la Vida (naturaleza típica de la comarca en estado puro) y la Senda de la Fuente Lugar (con diferentes árboles frutales). 



Puedes ampliar información de las rutas visitando esta página web. Además, desde La Hiruela también puede planearse una excursión al Hayedo de Montejo (un monte de hayas y robles con abundante flora y fauna que hará las delicias de los amantes de la naturaleza). Las visitas al Hayedo están restringidas, puedes encontrar más información en su web oficial.



Fotografías 01, 02 y 05: Tus Casas Naturales
Fotografías 04, 06 y 07: David Sanz
Fotografía 03: Top Rural
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martes, 6 de octubre de 2015

QUIZ SERIES MUND: Beatriz Real

Beatriz Real está en un nivel de forma increíble: hace muy poco ha ganado el Trail Internacional del Atlas Central (Marruecos) y el Maratón K-42 Xtreme Lagos de Covadonga (una de las carreras por montaña más importante de nuestro calendario), y su progresión no parece tener techo. En MUND hemos pensado que es un gran momento para someter a Bea a nuestro particular interrogatorio, ese test de 20 preguntas para ser respondidas de forma rápida. Nos referimos a nuestro apartado QUIZ SERIES MUND, que habíamos inaugurado con Alberto Barrantes (El Chico del Megáfono). Hoy es el turno de Beatriz Real, que ya había charlado con nosotros en el Blog de MUND y ahora se enfrenta a nuestras 20 preguntas. 

 1. ¿Qué tiene correr por montaña que no tenga otro deporte?
El contacto con la naturaleza y la sensación de libertad.

2. Cuando corro entre montañas me siento
Especial.

3. Define este deporte con una palabra
Increíble.

4. Un lugar para entrenar.
El Pirineo.

5. Mi competición preferida.
La Carrera por montaña de Cuenca (Campeonato de Castilla la Mancha).

6. Una motivación para correr.
Mejorar.

7. Mi punto fuerte corriendo.
Las bajadas técnicas.

8. Lo que más me gustaría mejorar.
La velocidad.

9. Prefiero entrenar: ¿mañana, tarde o noche?
Mañana.

10. Para sentirme en forma tengo que entrenar…
Tengo que hacer entrenamientos de calidad.

11. En un entrenamiento mío no puede faltar…
Alguna cuesta.

12. Una comida y una bebida para después de una carrera.
Tortilla de patata y cerveza… ¡¡¡Uf!!!

13. Una carrera que recordaré siempre.
La Travesera Integral de Picos de Europa.

14. Mi mejor momento deportivo.
Año 2013.

15. Mi momento más difícil.
Cuando no puedo entrenar por lesión.

16. Un reto.
Correr una ultra por etapas.

17. Mi ídolo de este deporte.
Hay muchos... No me decido.

18. Un consejo para alguien que empieza a correr por montaña.
Que vaya poco a poco.

19. ¿Cambiarías algo de este deporte?
No.

20. Calcetín de MUND preferido para correr.
¡Cualquiera de ellos me gusta!
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