martes, 29 de diciembre de 2015

El espectáculo de los saltos de esquí

Los saltos de esquí es uno de los deportes de invierno más espectaculares que existen, tanto para el deportista que lo practica como para el espectador que lo presencia. Alcanzar una velocidad vertiginosa por el trampolín para después volar por el cielo hasta recorrer la máxima distancia que se pueda: ¿te imaginas las sensaciones que vive el deportista durante esos segundos? Ha llegado el invierno y los saltos de esquí son uno de los deportes extremos por excelencia en esta época, a ellos les dedicamos este espacio para conocerlos un poco mejor. 



Un vuelo con esquís

Los saltos de esquí junto con el freeride son, con toda probabilidad, los deportes de invierno más espectaculares que existen. Durante un salto de esquí el saltador recorre la distancia del trampolín a la máxima velocidad que puede para lograr el vuelo más lejano posible; esta velocidad puede llegar a superar los 100 km/h. Este deporte, popularizado en todo el mundo por las retransmisiones televisivas del día 1 de enero correspondientes a la competición que se disputa cada año en Garmisch Partenkirchen (Alemania), se originó en los países nórdicos europeos en el año 1862, y es olímpico desde 1944



En el salto los jueces valoran dos circunstancias: la distancia recorrida y la belleza del propio salto, por lo que además de hacer un salto largo el esquiador tiene que intentar que su estilo sea el más perfecto posible. En este sentido la técnica cobra una gran importancia para que el salto sea bien puntuado. Además, el esquiador deberá tomar contacto con la nieve sin perder el equilibrio (el aterrizaje se realiza con la rodilla flexionada y colocada por delante). Desde 1992 todos los saltos se realizan abriendo los esquís para formar una V; de esta manera se consigue prolongar el vuelo. Esta técnica de salto la inventó el esquiador sueco Jan Boklov a mediados de los años ochenta.



MUND en el mundo del esquí

En MUND tenemos diferentes modelos de esquí para que puedas practicar la modalidad alpina que más te convenga. Estos modelos son: Skiing (nuestra media clásica de esquí), Cross-Country Skiing (para practicar esquí de fondo), Snowboard, Carving y Freeride (cada uno para la práctica de estos tres deportes, respectivamente), Skiing Outlast® (con Viscosa Outlast® como fibra principal) y Skiing Pl/Wool (con Primaloft como fibra principal). Muy pronto escribiremos un artículo en este blog con nuestras principales fibras de frío, en él aprenderás muchas cosas de la composición de estos modelos. Por otro lado tenemos en preparación una nueva media de esquí (de lana): ¡en breve tendrás más noticias!



Fotografía 01 y 03: Alexander Nilssen
Fotografía 02: Doug Kerr
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martes, 22 de diciembre de 2015

Protegiendo cabeza, manos y pies

Ya estamos en invierno y cuando salimos a hacer deporte es muy importante que protejamos nuestra cabeza, manos y pies. Las extremidades son las partes que más quedan expuestas al frío y debemos resguardarlas si vamos a ejercitarnos al aire libre o si pensamos dar una caminata larga. ¿Normalmente las llevamos lo suficientemente protegidas para el frío? Veamos algunas claves. 



Cabeza: imprescindible un buen gorro

Desde luego, un buen gorro para la cabeza es fundamental si queremos hacer deporte al aire libre con frío, pero ¿qué tipos de gorros solemos elegir? Al ser una prenda muy vistosa y que inevitablemente llama la atención, es muy habitual que a la hora de elegir un gorro nos dejemos llevar por la estética y escojamos uno que nos gusta, sin pensar muchas veces si el gorro nos va a proteger lo suficiente. La protección térmica de un gorro debería ser nuestro primer elemento de valoración a la hora de elegirlo, además de que tenga un tacto suave y agradable que nos permita usarlo incluso debajo de una capucha si fuera necesario. Un gorro de forro polar o un gorro cortaviento son dos buenas opciones para practicar deporte en los días de frío intenso.



Manos: guantes que quiten el frío

Hay infinidad de variedades de guantes en el mercado pero no todos nos servirán para practicar deporte en un día de frío. Muy al contrario, existen muchos tipos de guantes a todas luces insuficientes para proteger las manos de un deportista en un día de crudo invierno. ¿Qué debemos tener en cuenta para elegir unos buenos guantes? Lo primero es no dejarnos llevar por las apariencias y asegurarnos en un lugar especializado de que los guantes que vamos a comprar son transpirables y además están preparados para soportar temperaturas adversas. Si además vamos a estar en contacto con la nieve, los guantes deberán ser impermeables y a la vez secarse rápidamente para que nuestras manos no padezcan. Fibras como el Gore-Tex son muy apropiadas para este tipo de guantes.



Pies: con MUND no hay frío

¿Y qué decir de los pies? En MUND somos conscientes de que para un deportista es crucial que sus pies estén calientes y protegidos por muy adversa que sea la temperatura exterior. El año pasado hicimos un repaso de algunos de nuestros modelos de frío; nuestros calcetines de frío están confeccionados con fibras como Thermolite®, Primaloft® o Drytex® Thermical, que están especialmente diseñadas para combatir las temperaturas más adversas. En las etiquetas de nuestros modelos indicamos hasta qué temperatura estará confortable el pie, de esta manera puedes saber si el calcetín de MUND que tienes en las manos es el más adecuado para la actividad que vas a practicar. 



Algunos ejemplos de nuestros modelos de frío: Himalaya, Aconcuagua, Pamir o Makalu son cuatro grandes modelos para trekking; K2 o Everest son indicados para montaña en condiciones más extremas; Running, Trail-Running o Ultra Raid son calcetines aptos para correr con frío; Bike Invierno es perfecto para andar en bicicleta en invierno.
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martes, 15 de diciembre de 2015

Del running al trail-running

El paso del running al trail-running, o de correr en llano a hacerlo por montaña, puede ser un estímulo para algunos corredores que quieran innovar y adentrarse en un nuevo deporte, pero deberán tener en cuenta que ese paso supone un cambio sustancial. De hecho, aunque siga tratándose de correr, se trata de un deporte diferente, que requiere un entrenamiento diferente, unas condiciones físicas diferentes y una mentalidad diferente para las carreras. Veamos por qué. 



Mentalizarse del cambio

En los últimos tiempos hemos vivido una explosión del running: cada vez corre más gente, cada vez hay más carreras y día a día crece el interés por este deporte. Con las carreras por montaña no ha habido un boom tan grande, pero sí que se ha notado un incremento de corredores. Cuando entrevistábamos en este blog a Beatriz Real, la atleta conquense patrocinada por MUND nos decía que en los últimos años había notado mayor participación en las carreras por montaña, y un nivel de preparación más alto entre los competidores. También es un hecho que muchos corredores de llano deciden probar a correr por montaña, en  muchos casos como un reto deportivo o de superación. Lo primero que deberá tener en cuenta un corredor de llano es que, a pesar de que el trabajo realizado en llano le servirá como base, todo va a cambiar de forma drástica. Debe mentalizarse de que correr por montaña no tiene nada que ver con hacerlo en llano, y a pesar de contar con una ventaja respecto a las personas que nunca hayan corrido tendrá que saber empieza en un nuevo mundo donde casi parte de cero. 



Adaptarse a un nuevo terreno

“Lo primero que le diría a un corredor de llano que se inicia en el trail es que se olvide de la velocidad y se concentre en realizar al menos dos sesiones de carrera a la semana con algo de cuestas”, nos dice Beatriz Real. “Que potencie la musculatura de piernas, cuádriceps y glúteos con gimnasio o con ejercicios específicos. Una buena forma de empezar a adaptarse al nuevo terreno para un corredor de llano puede ser alternar sus entrenamientos de carrera con entrenamientos en terreno montañoso. Como dice Beatriz, un factor clave en el corredor de montaña es la fuerza y la musculación de sus piernas; para ejercitar estos músculos son importantes los entrenamientos con cambios de ritmo en terreno abrupto natural, y la realización de ejercicios de fuerza en gemelos y glúteos mediante la subida de pequeñas cuestas.  



Creo que las series es buena idea hacerlas en cuestas al menos un día en semana, pero poco a poco, sin obsesionarse, porque la adaptación lleva su tiempo. Se perderá algo de velocidad a cambio de ganar potencia. También es importante fortalecer el tren superior para afrontar mejor las carreras con desniveles”, observa Beatriz. A medida que el corredor va familiarizándose con su nuevo entorno deberá alargar e intensificar de forma paulatina los entrenamientos. Sesiones de fartlek y ejercicios de salto combinados con ejercicios abdominales y lumbares en gimnasio ayudarán a que el cuerpo se acostumbre al tipo de trabajo que exige el trail-running. También deberán trabajarse las bajadas en diferentes tramos montañosos para que las piernas se acostumbren a correr hacia abajo y para evitar posibles lesiones. Por último, ejercicios en escaleras y en mountain bike son también una buena preparación para el corredor que va a correr en montaña.



Fotografías 03 y 04: Rosa Gema García Guerrero
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miércoles, 9 de diciembre de 2015

Everest: el techo del mundo

La reina de las montañas, la cumbre entre las cumbres, el Everest es el ocho mil más alto del planeta y la montaña más conocida en todo el mundo. Hoy en día existe cierta polémica respecto a esta mediática cima, pues cada primavera se organizan cientos de expediciones para coronarla. Montañeros experimentados se quejan de la excesiva explotación comercial que tiene el Everest, algo que provoca su masificación. Pero dejando a un lado su exceso de tránsito, el Everest sigue siendo una cumbre fascinante, la más alta del mundo y la que más pasiones levanta. Con ella llegamos al último ocho mil y aquí se termina nuestra sección Los Techos del Mundo, que habíamos dejado en nuestra anterior entrega con el K2



Un gigante difícil de medir

Ubicado en el Himalaya, haciendo frontera entre China y Nepal, el Everest se eleva sobre sí mismo hasta llegar a los 8.848 metros de altura. Ninguna otra cumbre en el mundo la supera, así lo indican los nombres con los que se le conoce a esta montaña en Nepal o en el Tibet: “la frente (o la cabeza) del cielo” y “la madre del universo”, traducido al español. Fue un topógrafo inglés, Andrew Waugh, quien bautizó la montaña con el nombre de Everst en 1865 (otorgándole el nombre de un colega suyo). Posteriormente hubo varios intentos de establecer su altura real, pero transcurrieron décadas hasta que la montaña fuera medida con exactitud. Así, en el año 2005 un equipo topográfico chino la escaló y pudo medirla con la máxima precisión, determinando su verdadera altura.



Primera ascensión y la hazaña de Messner

El clima que rodea al Everest es gélido, con unos vientos terribles que intensifican aún más la sensación de frío extremo. Existen hasta 18 rutas diferentes para escalarla, si bien algunas no se han escalado por completo aún, y prácticamente nadie lo hace por rutas diferentes a las dos que suelen seguirse (la suroeste y la noreste). 



Las víctimas mortales que se ha cobrado esta montaña indican que resulta más complicado su descenso que se ascenso. La primera vez que alguien logró coronarla fue en el año 1953: lo consiguieron el montañero Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay, ambos integrantes de una expedición británica de nueve miembros. Fue tal la expectación que levantó esta hazaña que ambos fueron nombrados caballeros británicos por la reina de Inglaterra. También merece una mención especial Reinhold Messner (considerado por muchos el mejor escalador de la historia), que en 1980 consiguió hacer cumbre en el Everest sin oxígeno y por su ruta noroeste, la más difícil de las dos que se utilizan. El alpinista italiano invirtió tres días seguidos escalando en solitario desde el campamento base, situado a 6.500 m. de altura.



La zona de la muerte

Así se conoce al Everest cuando se rebasan los 8.000 metros de altura, pues sus temperaturas son tan frías en esta zona que el cuerpo queda expuesto a congelaciones si no está muy bien protegido. Dosificar el oxígeno en la zona de la muerte es vital para la supervivencia, y ascenderla sin ayuda de oxígeno resulta casi una quimera. La media anual de la temperatura en esta zona ronda los 40 bajo cero, y en invierno se pueden alcanzar los 60 grados bajo cero.



Fotografía 05: Stefanos Nikologianis
 
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martes, 1 de diciembre de 2015

Fernando Pérez, Campeón de España
de Canicross: “El vínculo entre
el deportista y el perro es algo mágico”

Fernando Pérez acaba de proclamarse Campeón de España de Canicross. Lo ha hecho en Covarrubias (Burgos), junto a su perro alaskano Wali. En MUND estamos muy contentos de patrocinar a este atleta gallego, y la semana anterior al Campeonato de España estuvimos charlando con él sobre canicross. Este joven talento siempre ha disfrutado corriendo, pero un día decidió probar a correr junto a un perro y su vida cambió para siempre. En este blog ya hemos hablado de canicross, un deporte que cada vez crece más en nuestro país. Fernando lleva muy poco tiempo practicándolo y ya ha conseguido importantes triunfos, el último de ellos nada más y nada menos que el Campeonato de España. Hoy hablamos con él para saber más de esta modalidad deportiva. Tras nuestra charla con Eduardo Gil, entrevistamos a Fernando Pérez en el blog de MUND.

Hola Fernando, bienvenido al blog de MUND. ¿Cuándo y cómo te aficionaste a correr?
Corriendo llevo muchísimo tiempo, desde los diez años ya participaba en carreras escolares. Siempre me ha gustado correr, pero fue en 2014 (a principios de la temporada) cuando me introduje en el mundo del canicross. 2015 ha sido mi segunda temporada completa compitiendo en este deporte.

Nos imaginamos que este cambio de modalidad deportiva ha sido un paso decisivo en tu carrera…
Sí que lo ha sido. También ha sido un cambio de mentalidad, pues el canicross es una disciplina completamente diferente al mundo del atletismo, ya que en el atletismo te preocupas solo de ti y en el canicross formas parte de un equipo. Además de las carreras, también es diferente todo en los entrenamientos; por un lado yo entreno solo, haciendo mis rodajes y mis series, pero después entreno también con los perros. Yo diría que el mundo del canicross no tiene nada que ver con el atletismo, aquí cuando consigues los éxitos te alegras también por los perros, es una sensación muy diferente a la de correr solo.



¿Qué es Senbal Mushing Team?
Es nuestro equipo de mushing. Pusimos el nombre de Senbal en homenaje a los perros que teníamos, Sentinel y Balta (actualmente de estos dos perros sólo tengo a Balta, pues Sentinel murió). Mushing es el deporte con perros de tiro, englobando todas las modalidades: patín, bicicleta, carros, nieve, cross… El equipo lo fundamos en 2014.

El canicross es un deporte cada vez más conocido y practicado en España. ¿Has notado un incremento desde que empezaste a practicarlo tú?
Sí, lo he notado mucho. Cada año se incrementa el número de licencias de canicross, sirva como dato que en el Campeonato de España de este fin de semana pasado fuimos casi 300 participantes, lo cual está muy bien. El canicross es un deporte relativamente fácil de practicar y hay mucha gente que viene del atletismo, el running o el trail-running y que tiene perro y decide probar a correr con él. Cuando alguien lo prueba es fácil que quede atrapado por el canicross, pues es un deporte que engancha. 



¿Por qué crees que eso ocurre?
Es un mundo divertidísimo, donde se descarga adrenalina, se liberan tensiones y se disfruta mucho. Cuando yo lo probé no tenía perros, ¡y ahora me he enganchado a ellos!

¿Qué crees que se necesita para practicar este deporte?
Hay que tener un carácter sereno y fuerte. Tanto en las carreras como en los entrenamientos los perros están muy tensos y no se puede dejar nada al azar. Hay que tenerlo todo controlado, con mucha disciplina, los perros tienen que tener su rutina y ser conscientes de cuándo están entrenando y cuándo están jugando. Alguien excesivamente blando lo pasaría mal, pues las carreras requieren garra e intensidad. También debes mostrar seguridad, pues si los perros perciben que vas inseguro ellos no responden bien.



¿Qué es lo que más te gusta del canicross?
Seguramente lo que más me gusta es esa sensación que se siente después de correr una carrera y terminar junto a tu perro sabiendo que todo ha salido bien. Cuando se prepara una competición se invierten muchas horas en ella: entrenamientos, alimentación, juegos, salidas… Son muchos factores que hay que cuidar, y cuando todo sale bien uno ve que ha merecido la pena ese gran esfuerzo.

Preséntanos a tus perros, para que los conozcan los lectores de nuestro blog.
Mi primer perro lo tuve el año pasado y se llamaba Sentinel, un alaskano (mestizo entre husky y perros de caza). Con él conseguimos grandes títulos, como el Campeonato Gallego o el Subcampeonato de España, pero el perro murió de forma inesperada. Actualmente tengo tres perros, una se llama Balta, otra se llama Sherpa, hermana de Sentinel y también tengo un macho alaskano que se llama Wali. Con este último estamos participando en las pruebas más importantes de la temporada. Todos los perros proceden de Cantabria, del musher Álvaro López Cobo, y están preparados genética y mentalmente para este tipo de carreras.



¿Qué tipo de vínculo se establece entre el perro y el deportista?
Es algo mágico y a la vez muy importante. Si tu perro no tiene un vínculo fuerte contigo y no sabe confiar en ti, nunca conseguirás nada en canicross. Hay muchos perros que no funcionan bien en este deporte porque, a pesar de que tienen unas condiciones físicas estupendas, no están emocionalmente unidos a sus mushers. Surgen entonces problemas de miedos, de timidez, de inseguridades…

¿Cómo se trabaja ese vínculo con el animal?
Es un trabajo enorme que se consigue día a día. Hay que compartir mucho tiempo con los perros, enseñarles a seguir rutinas, darles cariño y a la vez hacerles entender que deben respetarte y aprender los límites de cómo comportarse contigo. También hay que trabajar rutinas de alimentación. En general, diría que se trata de invertir mucho tiempo con los perros y de tener mucha paciencia con ellos. Después, a la hora de competir, si has trabajado bien con los animales ellos entregan todo por ti.



Cuando ganas una carrera, ¿crees que los perros son conscientes de que han conseguido una victoria?
Yo estoy seguro de que sí, porque ellos saben cuál es tu reacción y perciben cuando tú te alegras. Incluso en plena carrera ellos perciben tu miedo si las cosas no las ves claras, o tu euforia si sientes que todo va bien. 

¿El perro recibe algún premio especial cuando lo hace bien?
En los entrenamientos yo trabajo mucho con refuerzos positivos. Si él está tirando y trabajando bien yo le animo con una palabra positiva, “muy bien”, “¡bravo!”, y al final de la sesión siempre recibe por mi parte una caricia o una palabra amable si su trabajo ha sido bueno. En las fases iniciales de trabajo con un perro le refuerzo con comida apetitosa, o me pongo a jugar con él a la pelota tan pronto acaba la sesión. De esta manera el animal aprende más rápidamente. Luego, cuando ya hemos trabajado más, el perro sólo recibe refuerzos positivos cuando lo ha hecho perfecto. Entonces afinamos todo mucho más, él debe responder al momento a mis órdenes (saber cuándo tirar más, obedecer cuando digo “derecha”, o “izquierda”, por ejemplo). El secreto es que ellos trabajen y a la vez disfruten cuando vean que lo han hecho bien.



¿Qué tipo de entrenamientos sueles hacer con ellos?
Según la disciplina que hagan los perros realizo entrenamientos específicos. Si voy a competir en canicross individualmente con un perro intento entrenar solo con ese perro, pues si entreno con más perros además de él puede sentirse solo cuando compita y no rendir igual. Si la carrera es con dos perros, hago los entrenamientos con los dos. La planificación también es muy importante; en invierno trabajamos mucho la fuerza (circuitos con cuestas donde yo voy siempre frenando y ellos tienen que trabajar la fuerza, por ejemplo). Al principio de temporada hacemos 2 ó 3 días a la semana, y según entramos en el invierno subimos a 4 ó 5 días, o incluso hacemos 3 días seguidos y uno de descanso para después repetir la rutina. Luego, de cara a campeonatos importantes, trabajamos más la velocidad. Hacemos series con mucha intensidad, frenamos unos minutos y volvemos a ir a tope. En cualquier caso, yo prefiero que ellos tiren en los entrenamientos antes de que vayan rápido todo el rato, pues los perros ya son rápidos por naturaleza y no necesitan trabajar tanto ese aspecto.



En muy poco tiempo has conseguido muchos éxitos (campeón gallego de canicross, subcampeón de España, diferentes triunfos en diferentes pruebas…). ¿Cómo valoras tu trayectoria en el canicross hasta ahora?
Estoy disfrutando mucho de todo lo conseguido y me siento muy contento de que en las carreras se esté reflejando el trabajo de todo el año. En realidad es un ejercicio de superación, pues competimos contra nosotros mismos, pero intentamos mejorar los resultados que obtenemos en las carreras. Siempre tratamos de ganar, pero no es el resultado lo que más me preocupa; me preocupa más que disfrutemos en las carreras y que el trabajo diario quede reflejado en ellas. Esa es la mayor alegría. En este sentido tengo que decir que ningún otro deporte me había dado tanta satisfacción como el canicross, incluso diría que más que un deporte el canicross ya es una forma de vida para mí.

¿Te has planteado probar alguna otra modalidad de mushing que no sea canicross?
Es posible, de momento soy joven y el cuerpo me pide caña, y para eso el canicross es la modalidad más adecuada. Un perro que tira mucho obliga a hacer un trabajo considerable con lumbares y glúteos, especialmente si el terreno es escarpado. Allí las piernas sufren mucho. Ahora es eso lo que me pide el cuerpo, pero no descarto hacer un parón el año que viene con el canicross para probar otras modalidades como bici o patín. En general creo que con el mushing no hay que precipitarse, hay que hacer cada cosa progresivamente. Lo suyo es empezar primero con canicross, donde sólo vas con un perro, y luego puedes probar la bici (donde ya hay un vehículo por medio), el patín (con dos perros) o el triciclo (hasta con cuatro perros). Para practicar estas modalidades hay que entender el mundo del perro y saber controlarlo perfectamente.



Además de correr eres profesor de guitarra clásica. Seguro que encuentras alguna analogía entre las dos actividades, correr y tocar la guitarra…
¡Muy buena pregunta! Toda mi vida me he dedicado a la música y a entrenar, son dos mundos que para mí han sido siempre paralelos. Es verdad que la música me permite ganarme la vida a través de la docencia y de los conciertos, pero dedico muchísimo tiempo y esfuerzo a correr. Las analogías entre las dos actividades son inmensas. La primera de ellas es la disciplina, tanto un músico como un corredor de canicross tienen que dedicarle tiempo a diario, saber cuándo tienes que estudiar, cuándo debes trabajar, cuándo debes parar… Por otro lado, la música clásica me ayuda en el tema emocional, de cara al perro. El canicross es un mundo más visceral o agresivo, y el de la música clásica es más emocional y pausado, y en mi caso el mundo de la música me sirve para suavizar mi otro mundo, el del canicross.

Terminamos la entrevista y quiero preguntarte qué tal con MUND. Cuéntanos qué sensaciones te producen nuestras prendas.
Lo primero que quiero decir es que estoy muy agradecido a MUND por confiar en mí. La sensación que tengo cuando llevo prendas MUND es genial, pero no es nueva, pues yo ya conocía la marca antes de contar con su patrocinio y ya la utilizaba. Siempre me había gustado. Ahora mismo estoy encantado, entreno y compito siempre con prendas de MUND. Son fáciles de vestir, no tengo rozaduras, son transpirables, duraderas… ¡Estoy muy contento con ellas!



Nada más, Fernando. Muchas gracias por tu tiempo y que sigas disfrutando del canicross y también de la guitarra.
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