La primera competición a la que debe enfrentarse cualquier deportista no está en la pista, ni en las marcas, ni siquiera
entre sus rivales: está dentro de su
propia cabeza. La mente es
un factor crucial para un deportista, hasta el punto de que si ésta no se trabaja y entrena bien puede dar al
traste con el rendimiento deportivo en cualquier competición. El aspecto psicológico en el deporte influye
tanto como la preparación física o las cualidades deportivas del atleta a la
hora de conseguir objetivos; veamos cómo puede trabajarse y fortalecerse este factor mental que tan importante resulta
para competir.
Contra el bloqueo mental
Si un deportista se siente presionado ante una
competición puede sufrir un bloqueo
mental que le impida rendir al cien por cien. Dicho bloqueo se traduce en
agarrotamientos musculares, problemas de respiración, estrés mental, cansancio
físico y más anomalías que provocan
que el deportista no esté cómodo y
no funcione bien en la competición. Este tipo de situaciones, puramente
psicológicas, se dan cuando el atleta afronta la competición sin haber trabajado lo suficiente el aspecto mental.
Cada deportista trabaja la psicología de forma diferente, pues no hay una
receta estándar para entrenarla; sin embargo sí que hay una serie de factores
sobre los que se puede incidir para que la
mentalidad se fortalezca día a día. Veamos algunos de ellos.
Controlar los pensamientos
Si se compite fomentando pensamientos positivos y conducidos
hacia el éxito la confianza del
deportista se verá siempre reforzada. Nosotros somos los dueños de nuestra
mente y si nuestros pensamientos son pesimistas y apuntan a una mala dirección
es porque sólo nosotros lo estamos provocando. Esto es lo que puede evitarse,
pero ¿cómo? Identificando motivos que
tenemos para creer en nosotros mismos, escribiéndolos si es necesario y
potenciando que estén presentes en
nuestro pensamiento durante los entrenamientos y la competición.
Alimentar objetivos
Los objetivos son importantes para un deportista, ya que ayudan a
motivarse y superarse. Planificar
entrenamientos con retos y objetivos ayudará a que crezcamos competitivamente y nos sintamos más fuertes día a día.
Vivir el momento en cada prueba
Muchas veces cuando un deportista se dispersa mentalmente y no se
concentra en la competición acaba fomentando pensamientos externos negativos que le lastran deportivamente. Es
fácil entonces pensar en el cansancio, en las dificultades de la prueba o en
que uno no se siente preparado para competir. Este tipo de pensamientos pueden
evitarse si nos concentramos en la carrera
que estamos haciendo y pensamos en todo lo que sucede a cada metro que ganamos:
nuestra respiración, nuestras pisadas o el paisaje que vamos dejando atrás.
Este tipo de pensamientos ayudarán a que estemos más metidos en la prueba y a que nos sintamos cada vez más fuertes.
Disfrutar de las dificultades
Saber disfrutar de las dificultades de una prueba ayudará a fortalecernos y ser capaces de
terminarla. Si durante una carrera exigente pensamos en que el esfuerzo tan
duro que estamos haciendo tendrá una
recompensa estaremos dando un paso importante para creer cada vez más en nuestras capacidades. Conducir el pensamiento
por este camino es fortalecernos mental y deportivamente.
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