Kangchenjunga es
la tercera montaña más alta del planeta, sólo superada por el Everest y el K2.
Este ocho mil es un verdadero gigante
en cuanto a tamaño y envergadura, y a diferencia de otros ocho miles ofrece múltiples variantes para su ascensión. Ésta
resulta muy costosa en cualquiera de sus zonas y sólo es indicada para montañeros expertos. Durante muchos
años se pensó que esta montaña era la cima del mundo, fue en 1853 cuando
finalmente se le asignó su tercer puesto,
con sólo dos cumbres por encima de ella. Nuestra anterior excursión por un ocho mil fue en el Lhotse:
hoy inauguramos el ranking de las tres montañas más altas del mundo con el Kangchenjunga.
El gigante de los
cinco tesoros
El Kangchenjunga,
con sus 8.556 m. de altura es la
montaña más alta de la India y la segunda más alta de Nepal. Situada en la
cordillera del Himalaya, sus enormes dimensiones favorecen que este coloso
pueda escalarse por varias zonas: hasta ahora ha sido ascendido nada menos que
por 12 vías diferentes. Formado por cuatro aristas que conforman cuatro
caras diferenciadas de la montaña, a lo largo de toda su extensión se van
diseminando diferentes picos con
diferentes alturas, como si su perfil fuera el de una sierra con dientes
desiguales. Su nombre, traducido del nepalí, podría ser algo como los
cinco tesoros de la nieve; esto es debido a que en esta montaña se
encuentran cinco picos con más de 8.000 m.
de altitud, lo cual sirve para hacernos una idea de las dimensiones de este
descomunal macizo.
Una logística
complicada
Como hemos dicho, el Kangchenjunga
es una montaña muy abrupta y difícil
de escalar. Un dato significativo es que
prácticamente no hay empresas que organicen expediciones comerciales hasta
allí, debido a su complejidad operativa. A pesar de no tener un índice de mortalidad altísimo si lo
comparamos con otros ocho miles (22%), sí es cierto que este número va aumentando a medida que más expediciones se deciden
a ascenderlo.
Primera ascensión
El Kangchenjunga se
ascendió por primera vez por su cara Suroeste en el año 1955 por los alpinistas británicos George Band y Joe
Brown. Una curiosidad es que los dos montañeros
antes de culminar la subida quisieron respetar
las creencias de los nativos de la zona (los Sikkim) y frenaron la ascensión cuando les faltaba pocos metros para llegar a
la cumbre. Lo hicieron también como muestra de respeto a la montaña, considerada sagrada por los Sikkim. Esta
costumbre se ha seguido manteniendo casi siempre desde entonces por otros
montañeros que han coronado el Kangchenjunga.
Fotografía
02: Shankar S.
Fotografía
03: The Untrodden Peak Book
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