lunes, 19 de noviembre de 2012

Gasherbrum II: un ocho mil testigo de un reto que pudo acabar en tragedia

Volvemos al blog con nuestra sección Los Techos del Mundo que habíamos comenzado con el Sisha Pangma. Esta vez le toca el turno a la segunda cumbre con menos altitud de los 14 ocho miles: el Gasherbrum II.



El Gasherbrum II cuenta con 8.035 metros de altitud y se ubica en plena cordillera de Karakórum (Pakistán), una de las cadenas montañosas más bellas y espectaculares de la tierra. A ésta la conforman más de una treintena de cumbres que superan los 7.500 metros de altitud, con tres colosos que se elevan por encima de los ocho mil metros. Dentro de ellos, en el macizo Gasherbrum, se sitúa el Gasherbrum II. Su nombre proviene del término baltí grass brum, que podría traducirse como “montaña hermosa” o “montaña luminosa”. No es para menos, ya que los diferentes picos que confluyen en aquella zona hacen que sus montañas sean especiales por la gran variedad de formas y desniveles que hay en ellas. Además, la composición caliza de sus laderas provoca que sus cumbres destaquen por su luminosidad, especialmente al atardecer, cuando los rayos de sol inciden sobre ellas.

Ascensión
El Gasherbrum II se encuentra muy cerca del K2, por lo que las primeras expediciones que se realizaron en estas dos cumbres fueron conjuntas. Fue ascendido por primera vez en 1956 por una expedición que organizó la Sociedad Austriaca del Himalaya. En ella estaban Fritz Moravec, jefe de la expedición, Sepp Larch y Hans Willempart, que lograron hacerse con la cumbre por su arista suroeste. Pasaron casi veinte años hasta que en 1975 una expedición francesa hizo cumbre allí por segunda vez. Fue ya en 1980 cuando unos españoles lo ascendieron por primera vez (Pere Aimerich y Enric Font).


El Gasherbrum II en invierno
En 2011 los alpinistas Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards hicieron historia al ser los primeros en ascender el Gasherbrum II en invierno, un logro que terminó resultando una proeza debido a las circunstancias en las que los tres montañeros tuvieron que descender. Durante el descenso (mucho más dificultoso que la ascensión) las condiciones climatológicas fueron tan duras que hicieron temer a sus tres protagonistas por sus vidas. Tanto fue así que cuando los tres alpinistas llegaron al campamento base, Denis Urubko dijo a su mujer a través de un mensaje de teléfono: “Estamos todos en el campo base, vivos y bien. Ha sido simplemente suerte”.
Frío extremo, viento, nieve y continuas avalanchas hicieron del descenso un auténtico infierno, del que Simone llegó a reconocer que hubo momentos en los que pensaron que de allí no salían. En youtube hay un interesante vídeo donde se explica su hazaña; puedes verlo en este enlace.



Fuentes consultadas: Wikipedia y El Correo.

4 comentarios:

  1. La verdad que hay que tener un par para subir a esas alturas donde apenas hay oxígeno, me quito el sombrero para estos aventureros, !!!impresionante!!! un saludo.

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    1. Pues sí, y si encima lo hacen en invierno, como hicieron estos tres montañeros en el 2011, apaga y vámonos. Esta gente está hecha de otra pasta. Gracias por comentar, Paco. Saludos

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  2. ¡Qué bárbaro! No debe de ser una montaña fácil de escalar más que nada por la tardanza en que se cornó por vez primera, años 50.
    Saludos

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    1. Dentro de los ocho miles puede que el Gasherbrum II sea "de los más fáciles", pero lo pongo entre comillas, ya que decir fácil refiriéndonos a un ocho mil es casi una temeridad. No obstante tienes razón, tardó mucho en escalarse. Yo también me pregunto por qué no se haría antes. Gracias por comentar, Carmen. Saludos

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